«La experiencia del Decanato de
Tepatitlán»
Julio y Rosy
Coordinadores de la Pastoral Familiar en Tepatitlán
El Papa Francisco
nos pide una catequesis
para que especialmente jóvenes y adolescentes comprendan la importancia del noviazgo
y su misión, explica que el noviazgo “es un recorrido de vida que debe madurar como la fruta, es un
camino de maduración en el amor, hasta el momento en el que se vuelve matrimonio”,
con etapas que “no deben ser quemadas” porque
la maduración se hace paso a paso.
“El noviazgo tiene que ver con la confianza, la familiaridad, la
confiabilidad”, dijo al iniciar la catequesis. En este sentido,
alertó de que “no subestimemos la importancia de una catequesis apropiada y
profunda”.
El Pontífice advirtió que “la cultura y la sociedad de
hoy se han vuelto, más bien, indiferentes a la delicadeza y a la seriedad de
este paso”. “No se puede decir que sean generosos con los jóvenes que tienen
serias intenciones de formar una familia y de traer al mundo hijos. Es más, a menudo
ponen mil obstáculos, mentales y prácticos”, señaló.
Por ello destacó la necesidad de cursos prematrimoniales
dictados por la Iglesia y que son “expresión especial de la preparación”.
“Nosotros vemos tantas parejas, que quizá llegan al curso un poco ‘sin
quererlo’, pero después están contentos y lo agradecen, porque de hecho han
encontrado allí la ocasión –¡A menudo la única!– para reflexionar sobre su
experiencia en términos no banales”.
Gracias a estas reflexiones del Papa, y a que en todas
las evaluaciones, estudios, planes de trabajo y en todos los lugares,
coincidimos en un mismo punto; “Necesidad de cursos prematrimoniales más
profundos y completos” , se trata no de un fin de semana, no de buscar y querer
justificar el dar la preparación en el menor tiempo posible, hay que entender
que están en nuestras manos el sueño y la realidad de todos los nuevos
matrimonios, o ¿acaso tenemos prisa de darlos rápido?, ¿cuál es la razón? ¿En
cuánto tiempo se preparan los novios para el matrimonio? ¿Cuántos años primero
Dios van a vivir juntos? Entonces, ¿es suficiente el tiempo de preparación que
se imparte en cada parroquia para enseñarlos a; que reconozcan que la fe da
sentido y esperanza para casarse por la Iglesia, a valorar y respetar la
dignidad de la persona, a reconocer la necesidad de autorrealizarse, crecer y
perfeccionarse, a identificar el noviazgo
como etapa de preparación al matrimonio, a comprender la sexualidad humana como
un modo de ser, de comunicarse, expresar y vivir el amor humano desde la fe, a
valorar las diferencias, similitudes y complementariedad entre varones y
mujeres, a identificar en el amor humano la base del amor conyugal, a descubrir
la profundidad y características del amor conyugal desde la fe cristiana, a
conocer la naturaleza, fundamento y misión del matrimonio cristiano, a
descubrir la bondad y gracia de Dios para quienes optan por el sacramento del matrimonio,
a asumir los valores propios del sacramento del matrimonio, a reflexionar sobre
el significado y compromiso de ser padres y madres responsables, a valorar la
comunicación y el diálogo como medios indispensables para mantener vivo el
amor, a reflexionar sobre la importancia
de administrar eficientemente los recursos en pareja, a valorar las relaciones
con la familia política y los amigos, a diseñar el plan de vida conyugal integral
con metas a corto, mediano y largo plazo, a establecer una jerarquía de valores
para orientar la vida en común y por último a reconocer las partes, símbolos,
gestos y palabras de la celebración del matrimonio, para prepararse a recibir
el sacramento de matrimonio?
Sinceramente hay que preguntarnos
si con lo que estamos realizando alcanzamos a reflexionar sobre estos temas,
más aún hay que preguntarnos si los nuevos matrimonios están reflexionando
sobre los mismos; no es justificable que a estas fechas aún no se tenga en cada
parroquia el equipo de catequesis prematrimonial y se estén perdiendo de los
beneficios de ir sumando más agentes, más matrimonios a favor de la familia.
Queremos compartirles que en
nuestro Decanato de Tepatitlán antes de las indicaciones de nuestro señor
Obispo de realizar una nueva Catequesis Prematrimonial se contaba con un sólo
equipo decanal conformado por aproximadamente 8 matrimonios; actualmente; salvo
una parroquia todas cuentan con su equipo y sumamos cerca de 100 matrimonios
comprometidos y trabajando está catequesis en los términos queridos por nuestro
Obispo; es decir; 11 once temas en 11 semanas. La riqueza de este proyecto es
evidente; por eso nos preguntamos; ¿qué están esperando quienes aún no tienen
su equipo parroquial?
Cabe señalar que no es
necesario quitar o desaparecer a los equipos, grupos o movimientos que han
venido prestando sus servicios a la Iglesia en esta catequesis; ni que hay que
descartar los materiales con los que trabajan; personas y materiales se pueden
y deben integrar a la nueva catequesis. En todo caso hay que buscar la manera
de organizarnos y que existan más oportunidades, más tiempos de preparación, al
final se trata de sumar y no de restar.
Queremos por este medio
felicitar a todos los matrimonios que ya están integrados en sus equipos
parroquiales, ánimo a las parroquias que aún no cuentan con sus equipos para
que pronto puedan unificarse con los contenidos e itinerarios de la catequesis
prematrimonial.
Y por último comentarles que es
necesario se implementen también los equipos parroquiales para atender a los
recién casados, así como para darle apoyo y seguimiento a los matrimonios en
las distintas etapas de la vida, por lo tanto es necesario contar aún con más
matrimonios generosos que quieran participar de su alegría, de su testimonio de
fe y valor por el matrimonio, queda pues abierta la puerta para todos ustedes
que han recibido la bendición de Dios.
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