viernes, 6 de marzo de 2015

MARCHA CATÓLICA A FAVOR DE LA VIDA Y LA FAMILIA



                Eran las 10 de la mañana cuando la Calzada Pedro Moreno comenzó a animarse con la presencia de varias personas con camisetas blancas, pancartas con imágenes alusivas al derecho a vivir, a la riqueza del matrimonio y al amor familiar; sus rostros, además, marcados con una alegría sincera, fruto del convencimiento de lo que trataban de anunciar de manera simple. No se trataba de un mítin o reunión política donde a veces las personas se acercan por interés de alguna dádiva generosa con un marcado tinte electorero; en esta ocasión se trataba de una Marcha a favor de la Vida y la Familia organizada por la Comisión decanal de Pastoral familiar.
                El dinamismo crecía conforme pasaban los minutos. Los responsables del contingente se dirigían a los coordinadores para designarles un lugar a sus gentes y a los vehículos que transportaban lonas, sonido u otros menesteres para esta actividad. Cerca de las 11 horas, el contingente estaba listo y animado por gritos y porras; como no sé calcular las multitudes, sólo diré que en base a algunos datos, el contingente pasaba de las 1,900 personas entre niños, matrimonios, jóvenes, colegios católicos, movimientos eclesiales, y más personas de buena voluntad.
                El animado contingente avanzó con alegría, entre rezos y porras por las calles Ramón Corona, 5 de Mayo, López Cotilla, Hidalgo y Leandro Guerra entre las miradas curiosas de los transeúntes y comerciantes, casi todas de aprobación ante este magno contingente, tratando de descubrir la intención de los marchistas.
                Esta es la tercera ocasión que se realiza una Marcha de esta índole en la ciudad de Lagos de Moreno organizada por las fuerzas vivas de la Iglesia católica con la única finalidad de manifestar pacíficamente nuestro aprecio por los grandes valores de la VIDA y la FAMILIA. Expresión pura de interés social, pues se invitó a dejar la comodidad de la vida privada, para saltar al espacio público y levantar la mano en defensa de lo que nosotros consideramos dos valores atacados teórica y prácticamente por los ambientes legislativos, los medios de comunicación y una sociedad con poca conciencia del daño que está causando al relegar la Vida y la Familia.
                Salir a la calle y mostrarnos a favor de la Vida y la Familia es una poderosa invitación visual a todos: escuelas, autoridades, matrimonios, académicos, intelectuales, medios de comunicación para que no dejemos que este “patrimonio de la humanidad” se hunda en la desintegración
                La expresión de una Marcha puede parecer poco trascendente para algunos. Yo diría que el domingo 1° de marzo hemos dejado claro que somos muchos los interesados en trabajar por fomentar y proteger la Vida y la Familia; sólo hace falta seguir provocando la cohesión y el esfuerzo conjunto de todas las Instituciones a favor de una causa común. El compromiso después de esta Marcha es: seguir esforzándonos porque no muera la flor.
                Nuestro agradecimiento a todas las parroquias, colegios católicos, movimientos eclesiales, patrocinadores y pueblo en general que nos acompañaron. Sin duda que toda religión tiene un compromiso social en la transformación de las realidades que vivimos y que afectan a nuestras familias.
 ¡VIVA LA FAMILIA, CUNA DE LA VIDA!


Pbro. Rafael Domínguez García

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