El 2 de febrero la Iglesia
celebra la fiesta de la candelaria que nos
recuerda la presentación del Niño Jesús al templo. Ese día de recuerda las
palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a
bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí
viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.
En nuestra diócesis, varios
decanatos festejan la fiesta de la candelaria
pero sin duda alguna la que se acentúa más no solo a nivel diocesano si no
nacional es la de la de San Juan de los Lagos ya que 1´500,000 peregrinos visitan
a Nuestra Madre Santísima, la Virgen de San Juan.
La “Fiesta de las candelas”, tuvo
su origen en 1870 cuando el Obispo de León José de Jesús Díaz Sollano realizó
el cambio de fecha, ya que esta Diócesis
acostumbraba visitar San Juan de los lagos el 8 de diciembre, fiesta día de la Inmaculada Concepción que al mismo tiempo se
realizaba la ferias de San Juan una las
más famosas de México, que a mediados
del siglo XIX llego a reunir hasta 100000 visitantes.
Dentro de las festividades de la
fiesta de la candelaria se ofició a las
12: 00 horas la misa solemne en la Catedra de la Virgen de San Juan la misa fue
presidida por el Obispo de la diócesis Felipe Salazar, y concelebrado por el
Obispo Electo de la Diócesis de Apatzingán Cristóbal Ascencio García.
En su mensaje de bienvenida el
Obispo de Felipe, nos recordó que el 2 de febrero en todo la diócesis inicia el
“año de la vida consagrada”, convocado por el papa Francisco para valorar ese
gran don de Dios Nuestro Señor a su
Iglesia.
En esta celebración se bendicen
la imagen del Niño Dios y las candelas, que representan la luz de Cristo en los
hogares. Las velas benditas se pueden prender cuando surjan las dificultades de
la vida durante el año.
En esta celebración se bendicen
las imágenes del Niño Dios y las candelas que representan la Luz de Cristo en
los hogares. Las velas benditas se pueden encender cuando surjan las
dificultades de la vida durante el año.
Al término de la celebración se
le obsequio una réplica de la Virgen de San Juan al el Obispo electo de
Apatzingán Cristóbal, para que Dios
Nuestro Señor por medio de la intercepción de María Santísima lo guíen en este
nuevo caminar.
Sandra Padilla
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