Soñaste siendo joven, ser
de Cristo y dejaste, por Él a tu bella Morelia
Fiel a Don Bosco,
salesiano te hiciste, para darte a los jóvenes sin pausa.
Hiciste, del colegio, la
parroquia, seminario y lugar donde estuviste el amigo cercano y esos jóvenes,
hoy son tu corona, al ingresar, gozoso, al Paraíso.
Fuiste un buen religioso,
un buen hermano: sencillo, servicial, alegre, franco y fraterno al bien de los
muchachos consagrado.
Ahora gozas del jardín
salesiano que la Auxiliadora prometió a nuestro amado padre y así como soñaste
a Dios llevar a muchos jóvenes ahora Él te lleva al cielo pacifico en tu
sueño.
Javier Guillén
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