Cada uno, en nuestro corazón nos hicimos la misma pregunta
que Santa Isabel se hiso a si misma hace más de dos mil años: “Quien soy yo
pará que la Madre de mi señor venga a verme”
A nuestra
Madre del Cielo la tuvimos el diez de
mayo, el día de las madres, este día se lo celebramos como nuestra madre del
cielo que es. Le agradecimos a Jesús, nuestro Dios por habernos dado tan grande
regalo de tenerla aquí con nosotros este día. Y junto con él, la estrechamos
con amor en nuestro corazón.
Raul Abarca Aceves
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