Con cantos de alegría, con los rosarios de aurora, con la
celebración de la Eucaristía, con la adoración al Santísimo Sacramento y con
todas nuestras fuerzas hemos celebrado durante diez días (del 10 al 19 de
junio) la fiesta parroquial a Cristo en su Cuerpo y Sangre; que aunque Él es
grande y nuestra alabanza es poca, con todo nuestro ser hemos realizado este
homenaje de amor que concluyó el jueves 19 del presente.
Los repiques de campanas por la mañana del día 10 anunciaban que
ya comenzaba nuestra fiesta, los cohetes que sonoros retumbaban indicaban el
inicio de la alabanza con el Santo Rosario pidiendo cada día por algún grupo de
personas (niños, adolescentes, jóvenes, campesinos, matrimonios, el Papa,
nuestra ciudad, nuestro país, etc.), y concluíamos el recorrido del Rosario,
comenzado en alguna de las calles del territorio parroquial, en el templo para
la celebración de la Misa.
Por la tarde se realizaba la peregrinación de las personas de los
grupos parroquiales, de las personas de los Sectores, de las parroquias de la ciudad, o de los
gremios; aunque ya son pocos los que asisten a este momento de las fiestas.
La Eucaristía de la tarde la presidió cada día algún sacerdote
invitado, que nos ayudó a reflexionar algunos de los temas propuestos para el
Año de la Celebración Gozosa de la Fe.
Después de la Misa había un rato de convivencia, acompañados por
algunos grupos musicales o algún cantante y por la kermés que las celadoras de cada
Sector y de manzana, con su disponibilidad y la generosidad de muchas personas,
realizaron.
Se tuvo en cuenta a los enfermos, a quienes se les ofreció una
misa el sábado 14, para pedir por ellos y ofrecerles el Sacramento de la
Unción. El día 19 se celebraron las primeras comuniones.
El mismo día 19 realizamos nuestra procesión del Corpus, iniciando
en la Parroquia de San José, haciendo una estación al Santísimo, caminamos
luego hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde nos detuvimos
para orar un poco nuevamente y continuamos hasta la Parroquia de El Cuerpo y la
Sangre de Cristo, en donde celebramos la Eucaristía, presidida por el Padre
Francisco Escobar Mireles, Vicario de Pastoral de nuestra Diócesis. Los
nubarrones cargados de agua rondaban el escenario del cielo, pero nos
permitieron concluir la Misa, disfrutar de juegos pirotécnicos y la Música de
un Mariachi femenil, en un ambiente familiar y muy sano; así concluimos el
homenaje a Cristo en su Cuerpo y en su Sangre en esta parroquia y en esta
comunidad llamada a cuidar y fortalecer su amor a Cristo Eucaristía.
Señor Cura José Roberto Meléndez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Agradecemos tus comentarios
(Los comentarios son moderados)