martes, 8 de julio de 2014

DESPEDIDA DEL PADRE SAÚL HUGO MARQUEZ PLASCENCIA

“Aunque todos los seres humanos hemos venido al mundo con una Misión a desempeñar, no todos tenemos el privilegio de conocerla y realizara”.

Hoy nos encontramos aquí reunidos la comunidad de Degollado, Jalisco, en especial la perteneciente a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para agradecerle al Padre Saúl Hugo Márquez Plascencia por sus 4 años de servicio brindados.
            La tarea del sacerdocio no es nada fácil, ya que más que una vocación, ser sacerdote demanda, como sucesor de Jesucristo asemejarse a él actuando con humildad, servicio, entrega, amor, enseñanza, paciencia, amistad, comprensión, solidaridad, sencillez, entre muchas otras cualidades; las cuales estuvieron presentes día a día en el servicio sacerdotal brindado por tan querido sacerdote.
            Todos necesitamos de vez en cuando una voz de aliento, alguien en quien confiar, a quien contarle nuestros problemas, sabernos escuchado, recibir un consejo por parte de un AMIGO VERDADERO, y sin duda alguna, él siempre estuvo ahí, haciéndose presente como el mismo Jesucristo lo hubiera hecho.
            Encargado de algunas agrupaciones parroquiales fungiendo como guía espiritual, de tales como Misioneros Jóvenes, Movimiento Adolescente Estigma, Pascuas de Adolescentes y Niños, Campamento de Pascuas, Catequesis, Monaguillos; así como de algunas rancherías de la comunidad, especialmente Los Arrayanes, Mezquitillo, El Bañadero, entre otras.
            Su llegada a este pueblo trajo consigo alegría, entusiasmo, ganas de cambiar, de renovarse. Recibir tantas muestras de afecto y sobre todo, manifestando de esta forma tan sencilla la labor del sacerdote, siempre con buena disposición, a pesar de sus tantas ocupaciones nunca dio un no como respuesta cuando se necesitaba de él, siempre estuvo ahí con amor gratuito y oblativo.
            Han pasado cuatro años desde que lo recibimos y hoy llega la hora de la despedida, no de decir adiós porque se quedará en nuestros corazones, te decimos hasta pronto porque en nuestras memorias queda grabado desde ese primer día que llego a nuestra Parroquia y cada día desde entonces, donde con sus actos logró no solo el respeto sino también el cariño y admiración de todos los que lo conocemos.
Está claro que en esta vida terrenal “todo empieza y todo acaba”, gracias por el tiempo dedicado a nuestra Iglesia. Dios bendiga sus pasos, admirable capacidad y entrega, discernimiento e inteligencia, pero sobre todo esa capacidad de amar que tiene. Esperamos quedar en sus oraciones, puesto que usted siempre estará en las nuestras.
            Le deseamos lo mejor en su nuevo destino donde de sobra queda decir que hará un excelente labor de servicio sacerdotal como el que realizó en nuestra comunidad.
            “DIOS LO BENDIGA POR SIEMPRE PADRE SAÚL”.


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