martes, 17 de junio de 2014

I Jornada de “Vida Saludable





Los sacerdotes son quienes hacen presente a Cristo en la comunidad, principalmente en la Eucaristía y en su entrega diaria, a ejemplo del Buen Pastor. Sin embargo, para ser buenos instrumentos necesitan llevar una vida saludable, que abarque todas las dimensiones de la persona; hablamos, pues, de calidad de vida. Es por eso, que “Proyecto Betania” –que fomenta la salud y el bienestar en los sacerdotes de nuestra diócesis–, ha ofrecido un valioso momento de formación desde la perspectiva ‘vida saludable’, que se llevó a cabo el pasado 12 de mayo en las instalaciones de la Casa de Pastoral “Juan Pablo II”.
No es raro para nosotros encontrarnos frecuentemente con uno o más sacerdotes, dígase en la práctica pastoral o en la celebración de los sacramentos, y en muchas de esas ocasiones logramos percibir, entre otras cosas, su estado de vida, así en el ámbito físico, así en el alimenticio, el espiritual, etc. que, gracias a sus muchas ocupaciones, no es el óptimo. Así, mediante conferencias, paneles con expertos en la materia y talleres de activación física, se les brindaron herramientas a los padres, para vivir de forma más plena su ministerio, tener mejores relaciones interpersonales, comer sanamente y ejercitar correctamente, según sus tiempos. En fin, cuidarse de modo integral.
Entre los expertos –encabezados por la asesoría de los padres Jaime Jáuregui y Elías Pérez– estaban el padre José de Jesús Robelo, el psicólogo Ricardo Roqueñí, la doctora Sofía Villaseñor, la nutrióloga Cristina Orendain, la doctora Clelia Ma. García, el psiquiatra Hugo Delfino, además de seis instructores que apoyaron en las sesiones de activación física, quienes brindaron a los cerca de 90 padres participantes importantes orientaciones para la consecución de un estilo de vida saludable.
De entre los panelistas, tuvimos la oportunidad de entrevistar a dos especialistas que nos compartieron acerca de lo importante que es participar en este tipo de jornadas y de cómo la comunidad puede contribuir a que sus sacerdotes lleven un estilo de vida saludable:
Dra. Clelia María García Silva Herrera
UNIVA, Campus Guadalajara.
Lo provechoso de la Jornada de “la vida saludable”:
Yo veo muy provechoso, primero, que la asistencia es muy nutrida y que la jornada es tremendamente educativa. Genera mucha conciencia en las personas.
Sacerdotes y calidad de vida ¿por qué es importante?
Es necesario porque (los sacerdotes) son un pilar de la sociedad. El sacerdote forma parte de las bases de la moral social, y parte de lo que tenemos que promover como personas, como seres humanos es amarnos, cuidarnos y permear esta conducta hacia los demás.
Y los laicos, desde nuestra comunidad ¿cómo podemos ayudarles a llevar una vida saludable?
Yo creo que integrándolos en aspectos saludables de la comunidad; que cuando se invite al sacerdote, no nada más se le invite a comer carnitas […], sino que se le invite a formar parte de grupos de salud, que se le invite a hacer deporte, que se le apoye en todo lo que él vaya generando al interior de su parroquia, de sus grupos; que la gente colabore y lo apoye en el fortalecimiento de la salud comunitaria.

Dra. Cristina Orendain
Nutricionista, médico preventivo, homeópata y tanatóloga
Lo provechoso de la Jornada de “la vida saludable”:
Yo pienso que cuando te sientes parte de un grupo fuerte, tú mismo te crees alguien importante por estar en ese grupo fuerte. La unión hace la fuerza, y cuando escuchas a otros que sufren lo mismo que tú o se alegran con lo mismo que tú, realmente es cuando te sientes parte de algo. En segundo lugar, es importante venir porque todos en esta vida tenemos que ir mejorando todo, y la persona que no estudia, la persona que no avanza […] es una persona que, bien que mal, va muriendo mental y anímicamente. En cambio, cuando tú te unes a los demás –aunque sea una sola idea que te quede clara, que sea nueva para ti– te ayuda a ser mejor.
A mí sí se me hace muy importante que los sacerdotes vengan porque tristemente (basándose en su trabajo prestado en la mutual Arquidiocesana de Guadalajara), yo me he dado cuenta que el (sacerdote) diocesano vive muy solo y me he dado cuenta que, a veces, hasta entre ellos no son amigos, y eso hace que el sacerdote se vuelva huraño, tristón, a veces amargado, a veces poco sociable y que, de pronto, se encuentre como en una isla y, entonces, (reunirse) es una oportunidad para hacer amigos. Yo veo maravilloso que se junten sacerdotes a jugar domino, que se junten a ver una buena película, que se junten a cenar porque, a fin de cuentas, somos seres sociables.
Sacerdotes y calidad de vida ¿por qué es importante?
Yo creo que es básico porque nadie da lo que no tiene. Hay sacerdotes que nos piden a los laicos ser ‘mejores, mejores, mejores’ y ellos son un desastre en su vida, entonces ellos tienen que reflejar primero lo que son, para pedirles a los demás qué sean. Y sí, la calidad de vida importa mucho, porque un sacerdote que está hipofiusémico,  con mala alimentación, subnutrido, pues definitivamente lo único que va a denotar a toda la gente que lo rodea es una apatía total.
Y los laicos, desde nuestra comunidad ¿cómo podemos ayudarles a llevar una vida saludable?
Yo creo que, en primer lugar, viéndolos como hombres, como hombres santos, pero sobretodo hombres, y que necesitan de nuestro cariño, de nuestro apoyo, de nuestro amor. Si tú me preguntas, yo amo mucho a los sacerdotes, en el buen sentido de la palabra, y ellos se sienten muy amados por mí, por mi familia; al invitarlos a salir, a comer, a reírse, a participar en el nacimiento de uno de mis nietos, a las piñatas (ellos) se sienten en familia, y yo pienso que nada más hermoso que sentirte querido por alguien. Yo sí creo que si todos los laicos queremos buenos sacerdotes, es nuestra obligación hacerles casa, hacerles hogar, hacerles familia, hacerlos nuestros.
Finalmente, nos quedamos con el compromiso de buscar mejores hábitos de vida, para, así, poder hacer presente el Reino de Dios de una manera más eficaz en nuestras comunidades. Sacerdote, recuerda las palabras de Jesús: “Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia” – Jn 10,10.
Redacción por: Israel Guzmán y Christian Rodríguez | 2° de Filosofía

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