martes, 7 de julio de 2015

43 Aniversario de la creación de la canónica de la Diócesis



En el marco de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, nuestra Iglesia particular de San Juan de los Lagos, festejamos con excelsa concelebración el 43º Aniversario de la creación de Diócesis, en el Santuario de Santo Toribio Romo de Santa Ana de Guadalupe el pasado 29 de Junio.
Siguiendo la mística del V Plan Diocesano de Pastoral, fuimos congregados por el Espíritu del Señor resucitado y presididos por nuestro obispo Don Felipe Salazar Villagrana, presbiterio diocesano, religiosos y laicos, fuerzas evangelizadoras de las Parroquias de la Diócesis, para agradecer al Señor la celebración de la IX Asamblea Decanal de Pastoral, centrada en el tema: “En relación con Dios, la familia es forjadora de paz: en su interior, en la sociedad y en la Iglesia”.
Esta solemnidad señaló el tránsito del fructuoso Año de la vida en Cristo y del comportamiento social cristiano en el cual nos sensibilizamos sobre la dimensión social de la fe e iniciamos algunos procesos de misericordia hacia los más necesitados, al Año del diálogo con el Dios vivo y verdadero, en el que descubriremos la mística o espiritualidad de nuestra pastoral.
Ante la que podría ser su última ocasión en que presida esta Celebración conmemorativa, ya que en septiembre cumplirá la edad canónica para presentar su renuncia, nuestro Pastor Diocesano agradeció la gracia de que el V Plan Diocesano de Pastoral encarna la mística de Aparecida en la Misión Contienental, de haber terminado las 94 visitas pastorales que llevaron esta mística y de promulgar la Normativa Diocesana para los Sacramentos, concretización de un camino iniciado hace tres años y que a partir de hoy extiende su puesta en práctica en toda nuestra Diócesis. También expresó al pueblo cristiano su trabajo apostólico con estas palabras: “Agradecemos a tantos cristianos que, por medio del ofrecimiento diario de sus obras y sus personas, se unen al Sacrificio Eucarístico, y por su unión vital con Cristo cooperan a la salvación de todo el mundo, dando fecundidad al apostolado. A tantos enfermos y ancianos que con su oración callada sostiene el apostolado activo de los demás agentes. A tantas comunidades monásticas que se dedican a ese apostolado de la intercesión”.
Cabe destacar la participación del coro de niños que animó con belleza la liturgia, así como el envió con bendición episcopal de algunos diáconos y sacerdotes a diversos lugares de misión, motivado por las necesidades de la Iglesia, y para fortalecer los vínculos que nos unen con otras Iglesias particulares.
La celebración concluyó con la bendición apostólica de nuestro Obispo Don Felipe a los asistentes para ganar la indulgencia plenaria. Al terminar la celebración de la eucaristía compartimos los alimentos y convivimos con alegría y generosidad como un gesto de unidad de la comunidad diocesana. 
Por P. Raúl Vargas Mendoza.




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