martes, 27 de enero de 2015

El perdón como forma de crecimiento

 Tener momentos de reflexión durante la vida es necesario para traer a la mente y conciencia lo que se ha hecho tanto positivo como negativo; comúnmente, suelen ser sentimientos de nostalgia o culpabilidad, un perdón que nunca se expresó y está dañando el interior del alma recalcando las heridas. Ese sentimiento puede frenar el desarrollo espiritual del ser humano, ya que ocupa un espacio el cual es oscuro y está estancado. Perdonar y pedir perdón no es algo sencillo, puesto que requiere el reconocimiento de errores propios y de otros seres que sacan a la luz las imperfecciones como seres terrenales; sin embargo, es necesario reconocerlo para dar el siguiente paso y lograr la estabilidad emocional de la que tanto se habla en diversos ámbitos. Los errores cometidos son parte de la vida de todos los seres humanos, la diferencia es el modo en el que se enfrentan y se solucionan para dejar espacio a sentimientos positivos y de luz que colaborarán en el crecimiento íntegro. Arranques de rabia, por ejemplo, palabras altisonantes que hieren a las personas a las que dirigimos, ofensas, traición, envidia, rivalidad, celos y venganzas entre otros sentimientos negativos, invaden las conciencias de quienes lo sienten, a veces consciente y otras inconscientemente, pero de cualquier manera dañan el ser de quienes se involucran. Los sentimientos negativos lastiman a los ofendidos, pero aún más a quienes lo sienten, pues sólo demuestran lo que llevan cargando; cierto es que existen actos difíciles de perdonar o de pedirlo, pero para lograr la renovación de la conciencia es preciso enfrentarlos y sacarlos del propio espíritu, sólo así se dejará el lugar para cosas positivas. A lo largo de la vida se puede otorgar el perdón varias veces en ocasiones a personas que más se aman, pero también tocará pedirlo por ofensas realizadas, por lo tanto, tener momentos de reflexión con la propia conciencia vale demasiado la pena cuando la práctica ayuda a un equilibrio emocional y a mejorar relaciones entre parejas, amigos, familias y sociedades. Un momento de reflexión sincero puede colaborar indirectamente en acciones sociales, pues se tomará conciencia absoluta que lo que se realiza en lo individual, influye en el contexto donde cada uno se desarrolla. Hoy es un momento óptimo para hablar con el espíritu propio y otorgar como pedir perdón de actos negativos para comenzar de nuevo en la oportunidad que se tiene en cada despertar para ser mejor ser humano desde el despertar de la conciencia. 
Por: Lctc Ivonne Flores 

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