viernes, 23 de agosto de 2013

“No es deshonor no alcanzar una cosa, sino cesar de poner los medios.” (Séneca)

Todos tenemos sueños, metas,  ideales y logros que queremos cumplir, pero no todos  hemos logrado llegar hasta el final y ver nuestro sueño hecho realidad. Triste, ¿no es así?, uno simplemente quisiera tener una especie de varita mágica que pudiera cumplir todos nuestros sueños con el simple hecho de agitarla, pero no es así de sencillo.

                El realizar nuestros sueños requiere de mucho esfuerzo y dedicación a ellos, de prepararse mentalmente y hasta físicamente para poder alcanzar el objetivo, pero sobre todo, requiere de mucha paciencia, puesto que no todos los sueños se llegan a cumplir en un corto plazo de tiempo.

                No importa cuál sea tu sueño (hacer ejercicio, crear tu propia fábrica de galletas, cantar en un concierto) ni que tan pequeño crees que sea éste,  nunca dejes de creer en él. La motivación debe de ser algo importante durante todo el camino, nunca dejes que los malos comentarios o los pequeños tropiezos mermen tu misión, si quieres llegar hasta el final, debes de recordar que motivarte a ti mismo es tan importante como si alguien más te motivara.

                A veces nos rendimos antes, justo cuando creemos que no podemos avanzar más  o que aun estamos demasiado lejos de nuestro objetivo, dejamos  abandonado el proyecto y lo damos por perdido, cuando en realidad, apenas estábamos comenzando el camino.

                Así como tú, muchas personas en algún momento se propusieron lograr algo, y hoy en día, después de mucho trabajo, dedicación y esfuerzo lo han logrado, han triunfado porque no se han dado por vencidos y lucharon por llegar a la meta. Pero la pregunta para ti joven y adolescente el día de hoy es, ¿Cuántos sueños has dejado olvidado por el miedo a fracasar o a no hacerlos realidad?

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